¿Es el glamping algo nuevo que acabamos de descubrir?
El Glamping no es algo tan nuevo como mucha gente piensa. Tal vez el nombre sí, pero no el concepto.
La tienda es un viejo invento que ya se utilizaba en el antiguo Egipto y en los imperios romano o persa. No debemos olvidar que los nobles, emperadores o reyes querían tener un buen nivel de confort en sus hogares, aunque durante una gran parte de su vida sus hogares no fueran los grandes palacios que construyeron, algunos de las cuales aún se conservan para regocijo y disfrute de los visitantes, sino sólo uno portátil: Su tienda de campaña.
Esas tiendas solían ser muy lujosas y todavía hoy, en el inconsciente colectivo, se mantiene el recuerdo de este lujo listo para disponer de él en cualquier lugar que fuera necesario permanecer.
Para mí, el glamping se asemeja a una manera de tratar de imitar a estos poderosos gobernantes del mundo antiguo, pero en una escala menor. El género humano siempre se ha sentido atraído por la naturaleza y siempre ha tratado de vivir lo más cerca posible de ella con seguridad y a la vez sin provocar su deterioro, o al menos, lograr que este fuera el mínimo.
La sociedad moderna tiene conciencia de la necesidad de proteger la naturaleza tanto como sea posible para preservarla, haciendo que el paso del hombre por la Tierra no deje huella de sus posibles alteraciones. Aunque sabemos que esto no es posible tratamos de acercarnos a esta idea.
El Glamping se revela como un medio para pasar unos días de vacaciones que se acerquen lo más posible al cumplimiento de estos requisitos: Permanecer en la naturaleza, en un hogar temporal de lujo, sin alterar demasiado el entorno y sin dejar, en la medida de lo posible, huella de nuestra presencia allí.
Para lograr todo esto, no contamos como los antiguos emperadores, con un ejército de esclavos que preparaban sus tiendas con todos los estándares de comodidad que se esperaba que tuvieran, sin pensar en el coste, el peso o el tiempo para erigir la tienda de campaña.
Hoy en día, si queremos ofrecer a nuestros clientes una estancia inolvidable en nuestro glamping, no podemos hacerlo a cualquier precio. Es importante ofrecer lo mejor al mejor precio, y ser capaces de amortizar nuestra inversión en el mínimo período de tiempo posible. es necesario buscar el compromiso entre costo y beneficio.
¿Qué pasaría si tuviéramos una tienda de glamping que se pudiera simplemente apoyar en el suelo, sin necesidad de sujetarla mediante piquetas al terreno? ¿Qué tal si pudiéramos desplazarla desde el lugar en el que la montamos, bien porque descubrimos que no hemos elegido bien el lugar, su orientación al sol o a los vientos dominantes o simplemente las vistas y nos gustaría reorientar su posición? ¿Sería interesante poder desplazar la tienda sin desmontarla, evitando de esta manera un doble trabajo?
¿Esperamos necesitar un pequeño ejército de trabajadores para el montaje de nuestras tiendas glamping y perder el tiempo buscando piezas pequeñas que puedan perderse con facilidad? ¿Qué pasaría si nuestras tiendas glamping pudieran ser montados en pocos minutos con un número reducido de personas?, ¿y qué tal si sus piezas fueran lo suficientemente grandes para no perderse con facilidad?
En mi próximo post, voy a sugerir algunos indicadores a tener en cuenta, con el fin de obtener un buen ROI (Retorno de la Inversión) de su inversión en tiendas de glamping.
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Cuando se trata de elegir una tienda de campaña para Glamping - camping con glamour - uno debe pensar primero en sus clientes.
¿Qué esperan encontrar los clientes en nuestro Glamping?
Cualquier persona que esté interesada en pasar unos días en un Glamping tiene dos expectativas principales: 1) estar cerca de la naturaleza y a la vez en condiciones de confort y 2) sentirse libre de obstáculos alrededor, pero protegido contra molestias, como insectos, reptiles, arañas, polvo o agua que pudieran entrar en su alojamiento temporal.
La primera de ellas se pueden satisfacer ofreciéndoles un espacio en el que puedan sentirse como en su propia casa, sin tener que agacharse al cruzar la puerta, y donde puedan ponerse de pie y desplazarse en su interior con comodidad. ¡Después de siglos de haber conquistado la posición erecta, un "glamper" no quiere renunciar a este logro!
Es necesario por lo tanto, disponer de espacio suficiente; una tienda de Glamping debe ser un lugar de "lujo en la naturaleza". La característica principal de una vivienda de lujo es el espacio interior, uno debería sentirse como si estuviera en una suite de hotel, con un dormitorio amplio, un lugar agradable para sentarse, algunos muebles para guardar la ropa y objetos de valor, una mesa de dónde poder sentarse a comer, contar con un espacio cubierto en el exterior para preparar una buena barbacoa o tomar algo, en definitiva un lugar seguro, limpio y, sobre todo, confortable.
La segunda cuestión es muy importante, pero se olvida con mucha frecuencia, es muy común encontrar Glampings no bien resueltos, en los que cuando uno sale a dar una vuelta tras haber permanecido en su tienda, se encuentra con la necesidad de tener que alejarse a varios metros de distancia de la tienda sólo para evitar los vientos, elemento de la época de los romanos, que muchos fabricantes todavía incorporan. Los vientos convierten el entorno alrededor de la tienda en un laberinto de cuerdas que se entrecruzan, sobre las que hay que ir saltando con riesgo de tropezar. Una realidad muy molesta y nada relajante que no resulta glamourosa en absoluto .
Una cuestión adicional es estar suficientemente protegidos ante situaciones desagradables. Cuando uno esta pasando un buen rato con su pareja o familia no le apetece ser molestado por un visitante inesperado, por lo que es importante para una tienda de campaña tener sus huecos protegidos con mosquiteras, y mantener el habitáculo aislado del exterior de forma que no haya posibles entradas a nivel del suelo por donde se puedan colar los pequeños seres vivos, el agua o el polvo, de forma que no puedan alterar nuestro estado de ánimo.
Por supuesto, hay algunas otras características irrenunciables que uno espera encontrar en una tienda de Glamping, una de ellas es el aislamiento térmico. Un aislamiento que garantice que el interior está más cálido cuando cuando fuera hace frío o más fresco cuando fuera hace calor un aislamiento útil no sólo nominal. La mejor manera de lograrlo, al igual que en las ventanas o paredes en casa, es contar con una cámara de aire que dote de inercia térmica a la tienda y garantice las condiciones de confort interior.
Ninguno de estos atributos son suficientes si cuando llueve y estás dentro de la tienda el agua acaba entrando o goteando, las filtraciones son uno de los problemas más comunes de las tiendas de campaña. Sólo una tienda de campaña que impida que las telas que la forman puedan crear bolsas de agua y que garantice una separación permanente entre el doble techo y el cuerpo interior de la tienda , puede evitar que el agua penetre en el interior de la tienda. Aunque hay pocos fabricantes que hayan conseguido esto de forma efectiva el objetivo es mantener ambas telas siempre estiradas, separadas y sin bolsas
Por último, si un cliente viene a pasar unos días de Glamping en nuestras instalaciones, lo último que le apetece es tener que ocuparse de tensar la tienda todos los días o cada vez que el viento sopla un poco, lo que realmente espera es una tienda de campaña que no necesite ser tensada a cada rato y que sea capaz de mantener su forma como si estuviera recién montada.
Si podemos ofrecer a nuestros clientes de Glamping una tienda que reúna todas esas características y si además es una tienda con un diseño atractivo, entonces, ¡¡¡podemos garantizar una experiencia única e inolvidable a nuestros clientes!!!
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